




Información del Proyecto Açaí
En este proyecto nos enfrentamos al reto de transformar un local carente de vida en un espacio lleno de energía, color y personalidad. El objetivo principal fue diseñar un entorno vibrante que transmitiera la esencia del producto estrella: el açaí. Queríamos que cada cliente, al cruzar la puerta, sintiera no solo el frescor y la vitalidad del fruto amazónico, sino también la alegría y la energía positiva que lo acompañan.
Para conseguirlo, se trabajó con una paleta cromática atrevida, inspirada en los tonos intensos de la naturaleza tropical. Los morados profundos dialogan con verdes frescos y acentos luminosos, generando dinamismo y vitalidad en el conjunto. Al mismo tiempo, se introdujeron elementos gráficos de líneas orgánicas y detalles geométricos, creando un ambiente estimulante que conecta con la filosofía de un producto natural y saludable.
La distribución del espacio se planteó desde la funcionalidad, pero sin perder de vista la experiencia del usuario. Así, se diseñaron áreas abiertas que favorecen la circulación y fomentan la interacción, junto a rincones más íntimos que invitan a detenerse y disfrutar. Gracias a esta estrategia, cada zona transmite movimiento y carácter propio.
En cuanto a los materiales, se optó por superficies cálidas y texturas naturales que equilibran la intensidad cromática. Esta elección contribuye a generar confort y cercanía, cualidades esenciales para un local de hostelería que busca fidelizar clientes.
Finalmente, la terraza y los espacios complementarios refuerzan la idea de encuentro y disfrute. El resultado global es un local dinámico y acogedor, donde el diseño resalta el producto y amplifica la experiencia de consumo.
En definitiva, la heladería de açaí se convierte en un lugar memorable: un espacio que combina frescura, energía y diseño, logrando que cada visita sea mucho más que una simple pausa gastronómica.