Vivienda Natalia

En este proyecto abordamos la reforma de vivienda a través de un auténtico lavado de cara decorativo, demostrando cómo pequeños cambios estratégicos pueden transformar por completo un espacio. El objetivo fue aportar calidez, personalidad y confort sin necesidad de recurrir a una gran reforma, aprovechando al máximo la estructura existente y potenciando sus cualidades.

La clave estuvo en la selección cuidadosa del mobiliario, los textiles y los detalles de diseño. Optamos por piezas versátiles, de líneas limpias y tonos neutros, que aportan serenidad y permiten que la luz natural fluya con mayor amplitud. La incorporación de cojines en tonos verdes, junto con un tapizado neutro en sofás y sillas, añade un contraste fresco y equilibrado que revitaliza el conjunto sin recargarlo.

Los textiles fueron determinantes para reforzar la sensación de hogar. Cortinas ligeras, cojines suaves y una paleta cromática cálida se combinaron para crear una atmósfera acogedora, ideal para la vida diaria. Además, los detalles decorativos, como el espejo redondo enmarcado en madera o la mesa auxiliar en acabado natural, aportan un toque orgánico que equilibra modernidad y calidez.

El resultado final es un espacio renovado que refleja la personalidad de sus habitantes: sencillo, confortable y con carácter propio. El salón-comedor, antes neutro y poco definido, se transformó en un ambiente armónico, con un estilo actual y funcional. Se consiguió un entorno que invita al descanso y a la convivencia, adaptado a las necesidades cotidianas pero con un aire fresco y contemporáneo.

Este proyecto demuestra que no siempre es necesario acometer grandes obras para lograr un cambio significativo. A través de la decoración, los detalles y un diseño bien pensado, es posible renovar un hogar de manera eficaz, logrando un resultado cálido, acogedor y lleno de vida.